Aquí tienes, un poema.
Lo cambio por la piel senil del lobo.
Supongo que la noche,
con sus sombras y su sangre en celo,
sigue siendo un buen tema.
La noche...
La noche nos consuela.
Cada cual lleva en su mente
las noches invisibles que contempla.
De acuerdo,
a mí también me suena usado.
Hablemos consternados del invierno.
El invierno tiembla en mi desnudo...
Pero no, la nieve llegará forzada:
no concuerda su frío con mi mundo.
Olvidemos el principio.
Al final, empiezo:
aquí tienes, intacto, tu silencio.
Lo demás se ha perdido en el trayecto.