26 oct 2010

Negación del pacto

Sin ánimo, sin fuerzas juveniles
para defender la identidad que otros devoran.

Sin razones para interceder.

Asombrados de haber luchado tanto,
deponemos las armas cada noche.

¿Qué nos queda?

Frivolizar sobre esta farsa mundana,
festejar el yo, la carne, la violencia.
Extirpar el alma para que desaparezca.

También la nada alienta, también la muerte.