5 sept 2010

Inaceptable

De los años propicios a la inmortalidad,
conservas todavía el mismo prisma adolescente,
la mirada de quien no llegó a delimitar
los contornos de una identidad
definida en estos días por la idea de la muerte.

Y aunque algunos parezcamos más tranquilos
abstraídos en cualquier tarea intrascendente,
por favor, no nos tenga en cuenta la imprudencia
de actuar como si ya todo hubiera sucedido.

No podemos, nadie puede,
corregir tu suerte, el rumbo, la lluvia.
De esa idea, de ese miedo natural
aprendido incluso por aquellos inocentes,
se deduce el nombre que defiendes del olvido.