22 jul 2010

Otra mañana, el mismo ruido

No ser hombre. No llevar el disfraz, ni conjurarme en vano. El papel que desempeñamos aquí me es tan lejano como el que desempeñan los demás. Insisto: hay algo que pugna desde dentro por abrirse paso hacia el interior de mis semejantes. Y sé que el presente es incognoscible. Solo los que interpretan creen haberse ubicado en el centro de la trama que suponen verdadera.

El que es, todavía desconoce las ciudades, los valles, la muerte recelosa y el camino.