2 jun 2010

Por qué leer poesía

Si algo tengo en común contigo,
testigo que hasta aquí, piensas,
todo ha sido creer en lo que haces,
acaso sea solo el hecho indemostrable
de saberme derrotado, pese al simple juego,
por mi propia fe en lo que amo.
Y no sé cuáles son tus miedos,
ni si esto que digo,
te entristecerá un tanto.
De cualquier manera,
te advierto que mi juicio
siempre fue de los más desencantados.
Y anochece. A veces esta hora
me retrae hacia el ciego aprendizaje
que todos le debemos al fracaso.

De cualquier manera, tal vez hemos jugado
una idéntica partida para traicionar nuestros actos.

Mas tú, que a veces abres ciertos libros,
y casualmente reconoces
a alguien que supones de tu misma carne,
aún no sabes que ese alguien
se sintió vencido desde antes
de buscar consuelo en la palabra.

Si es tu caso, no abandones nunca:
en algunos versos soportables
has de adivinar la justa percepción de tu derrota.

Recuerda, lector, que todo lo que pudo ser,
podría estar sucediendo precisamente ahora.