19 may 2010

Acontecer

Ha pasado el mismo día. ¿No lo notas?
Si no fuera por la noche o por el clima,
no podría recordar lo sucedido.
Dime: ¿soy yo o las tardes se repiten?

Si no fuera por el rostro que adivino
cada vez más impasible ante el espejo…

Y también por la ocasión o por la duda,
por todos los senderos invisibles
que un magnético silencio nos indica,
también por la penúltima pregunta
que formulo antes del sueño.

Aunque nada pase, todo continúa
expuesto en su lugar a su vacío,
el tiempo prevalece,
fluyen velozmente nuestros gestos…

El hombre es esa forma indefinida
que cambia su razón cuando acontece.