14 abr 2010

No belleza

No hay nada más allá. Solo la desconcertante intuición de otro infinito.

*


Se va la juventud. Y todo eran presagios.


*


De todas las artes, la poesía es la que mantiene una relación más directa con el público. Tanto la música, como la escultura, la pintura, el cine o la danza, necesitan de un soporte físico para reproducir su mensaje. La poesía, en cambio, puede memorizarse mientras sea, y suele serlo, lo suficientemente breve. De este modo podemos hacerla tan nuestra como lo permita nuestra experiencia como lectores.


*


Si vuelve la tragedia, quiero mirarla de frente. Para entregarle las flores que arranqué del jardín de la inocencia. Para escucharme cantar lo aprendido.


*


Antes trataba de vislumbrar mi vida como una sucesión más o menos coherente de acontecimientos. En mi interior crecía el miedo a desfallecer y a no ser capaz de concluir mi obra.

La misma poesía me ha llevado a comprender que “cada día es una pequeña vida”, y ahora, cuando escribo, solo pienso en dos cosas: que escribir aún es necesario y que la poesía siempre es empezar de nuevo


*


Pensabas que dejar de sufrir era olvidarte definitivamente de ellos. Y, aunque ahora rechaces la alegría que sabías justa desde antes de su muerte, ellos renacen cada noche en ti, en tu manera de decir que has sorprendido a la vida en tu tormento. En tu modo de sonreír por haber sobrevivido a los inevitables giros del drama.


*


Desconfía de la belleza cuando parezca más importante que la vida.


*


Alguna vez, ante la belleza de un poema sombrío, he creído que la poesía debía ser noche, no: lamento. Ante un poema diáfano, de explícita belleza, también he pensado que la hermosura debe brillar en el vacío.

La dos cosas me consuelan, sí: pero solo en el instante en que abismarme en claroscuros. Cuando no hay poesía, ni siquiera pienso en la belleza.