12 mar 2010

Desaprender principios

El primer paso es jugar a amar la vida.
Apostar la mañana
a un daño imperdonable,
a menudo lleno de áridos pretextos.
Quién sabe si el amor regresa
cuando por fin se encuentra solo,
extraviado de tanto arrepentirse
en el dudoso corazón de las mareas.
El primer paso es partir a oscuras,
y prescindir después de lo aprendido
por amores indecibles o quiméricos.
Lo demás es perderse en la distancia
divisible toda vez a su infinito.

Y qué difícil ha de ser
llegar pensando a unas manos tibias,
desnudarse a través del canto
que intenta siempre disfrazar
el silencio con sus faltas de sentido.

Así que solo hay que acercarse, dar razón
a lo que no puede ser dicho…

Porque acaso así descubren los amantes
por qué delirio eterno,
después de qué segundo
nace un sentimiento tan común
como las luces singulares
que predicen el comienzo de uno mismo.