20 feb 2010

La obra del porvenir

A mí la vida me prometió un poema
imposible de escribir con mis recursos.
He juntado todas las palabras roncas,
las traslúcidas, las íntimas e ingrávidas…
Pero el poema sigue sin ser visto,
acallado por un ruido fabuloso
de nostálgicos caballos, casi grises,
que no podrán cruzar a mi otro lado.
Ya no sé si el poema era importante…
O si era que la vida
pretendía compensarme solo
con palabras más dulces que mi rabia.
Lo cierto es que no espero
que vengan ya unos versos a probarme
que la vida puede ser tan bella como el arte.

¿O sí…?

Lo cierto es que
el poema que me prometió la vida,
no podré escribirlo mientras viva
soñando que un poema vale tanto
como la vida misma.