17 feb 2010

Fascinación

Noches que son
lo que dice la música,
nubes sin sol, espejos.

No se puede contener tanto silencio
en la curva irreversible de una idea.

Noches que son
lo que dice la noche
cada vez que acontece.

Una mujer peina sus lentas respuestas,
así se conmueve con el ritual del deseo.

Noches veloces.
Noches que son
la verdad de la noche.

Así se pasea el buen soñador,
herido por el verso
que nadie comprende más allá de su nombre.

Y basta con no contemplar más la rosa,
para no volver a pensar
en qué se asemeja su sola belleza
a esta noche sin forma.