31 ene 2010

Sola compañía

Solo, porque la soledad es el centro
que irradia su temblor hacia la periferia,
hacia las sombras volubles de los otros.
Desde aquí admiro el juego involuntario
que guía tantas esperanzas hacia el mundo.

(Hay baladas de vientos cautivos
que acechan extraviados el azul sendero.)

Nadie corrobora este espejismo vano:
mi soledad es un cuerpo
que ignora que la vida es su secreto,
que cree que la luz es el misterio
cantado tristemente hasta la muerte.

No me dejes comprender el firmamento,
no quieras que mi soledad se enfrente
al tiempo que soporta sus límites de fuego.

Todo será ceniza, menos ese centro
que busca la ocasión de disgregarse
bajo lluvias cotidianas y blancas exigencias.

Todo le será devuelto a tu silencio…

Menos esa soledad que afrontas sola,
con la sola compañía de mis versos.