24 ene 2010

Al fondo

Al fondo de la nada,
los reproches desnudos del testigo
que vocifera su verdad, oculto.
Me paseó por la casa, sin ser visto
amenazo la luz de mis fantasmas,
suponiendo los encuentros implacables
que la noche nunca me concedería.
Hubo una niñez imposible de abrir
al juego consciente de la última tarde.
Las playas silenciosas, atardeceres
de viento con cualquier nombre de nadie;
la fiebre tras los ojos, el círculo del hambre:
todo halla su medida en mí,
que no soy sino el ritmo solitario de la sangre.
Al fondo de la nada, la sonrisa perenne
por la que mi madre tejiera
su conducta de lazos imposibles.
Al fondo de la nada,
los reproches que hacen, insalvables,
las distancias que guardo ante la sombra;
los ecos de ese alguien que acaso puedo ser
mas no logra importarme.