2 dic 2009

No querer

Si aún deseas algo más de la persona amada,
comprende que quizá aún no quiera entregártelo.

Lo que no queremos ha de estar por encima
de lo que tanto anhelamos inconscientemente.
Al menos, así debería ser. De lo contrario,
el fin justificaría siempre la violencia del medio.

Si consumar el deseo verdadero
de algún modo consiste en presentir el placer,
realizar lo que no queremos
también supondría el padecer de nuevo
otra vieja forma de sufrimiento distinto.

¿Y qué es más importante?
¿Obtener tal placer o evitar el dolor?
¿Y evitar el dolor no puede ser también
otro aprendizaje perpetuo del placer?

Puede ser.

No querer sería entonces
otra forma más certera
de anhelar la placentera ausencia del deseo.