30 dic 2009

Dudosa temporada

Es temporada de vientos, de preguntas.
Un paisaje evidente nos anuncia
el color invisible de la duda.
Es temporada de fieras longitudes,
la distancia y sus espejos se asemejan
al limbo inevitable de los muertos.
He sido el animal amenazado
por el fuego pretendido en la espesura…
¿Y a quién le importa que me aferre
al hueso destinado a ser escoria?
He sido, inútilmente, la pregunta
que fuerza el corazón a conmoverse
en todos los inviernos indistintos.

Reconoceremos algún día como este
que la vida nos debe desde siempre
la hermosura arrebatada a los cuerpos dormidos,
la verdad favorita del deseo, la ocasión, el reto.

La última respuesta al dilema fingido
de ser también conscientes o felices
tras el dudoso sueño de no haber sido nunca.