3 nov 2009

Sacrificio

Abismarme en tu forma de esperar,
sentirte en mí hasta que me sientas.
Llenar de blanca sal, de clara nieve
los mismos mares que hoy rompían
en la playa más lejana de tu mente.

Que yo también comprenda,
mientras bailas tú con tu silencio,
en qué tranquilo hogar, cuartel de invierno,
se consuma lentamente el sacrificio.

Tantas palabras cotidianas nos superan…
son pequeños mundos, amor,
los que trato cada día de encontrar
implicándome desde un simple teléfono,
objeto imprescindible en toda esta quimera.

¿Y acaso querrás que conversemos siempre?
Yo a veces quiero suponer
que toda esta cruel distancia
ocurre sólo por creer de más en nuestros cuerpos.

Pues ya sabrás que a ratos adivino,
en la vital escena de tu soledad última,
esos tristes festejos que la carne adolece.