1 nov 2009

Fulgor

Tu reino es hoy este fulgor de cada verbo.
Sabes que no hay plenitud en la rosa,
ni abismo más allá del casual nombre
que le diera sentido a su ancestral silencio.
Pues, que la rosa no se mezcle con el fuego,
ni el fuego con la voz de la memoria,
es la única misión que la palabra
encuentra por sí misma en cada término.

Mas, por hablarte, sé que hay fuerzas
que se tocan al cifrar un sentimiento.
Que al nombrar la rosa, es cierto,
hablamos de esa flor que nos recuerda
la muerte que reclama perfecciones
cuando pasa por el mundo de las formas.

Y acaso por hablarte
también hay sombras en camino.
Palabras que sólo esconden en su ruido
la herida que no termina nunca de contarse.

Así, si acaso olvidas tu origen o destino,
nada temas: el verbo es la memoria contenida
por voces infinitas que se crean en el hombre.

Que, porque sabes que la rosa ya está escrita,
tu reino es hoy el mágico fulgor de cada verbo.