10 sept 2009

Todavía es

¿La miraría yo con los ojos de la fatalidad?
Si acepta la verdad más descarnada,
ninguna mentira debería hacerle tanto daño.
No sabe nada de pájaros inocentes
que cantarán sólo para ella
la primera y última eternidad.
Y me duelen sus fantasmas infantiles.
Pretendo curarla con palabras extrañas,
pero yo no soy su buen ángel, no sé gritar
la verdad que sólo ella entendería.
Y el tiempo continúa repitiéndose
para que hoy tengamos verdadera fe
en algún futuro que no existe.
Dice que me echa de menos esta tarde…
Creo que anoche soñé con su cuerpo definitivo,
buscábamos caminos y el camino era la nada.
Dice que está sola cuando ama, porque sueña.
Y yo asiento que esa blanda soledad
se parece un poco a mi vergüenza.
Pero ella habla desde algún lugar posible.
Y sueña. Y sabe que la noche es todavía.