17 sept 2009

Niñez indecisa que solías decantarte
por esas largas tardes de la prisa
sin tiempo calculable.

Niñez sola, favorita niñez inevitable.

Aunque el tiempo no detenga sus avances,
tal vez yo habré de reencontrarte
para hacer de ti otro juego perdido ya sin nadie.

Aunque seas tan sólo el pasado del amor…
del que aún guardo sin probar
el mismo fruto oscuro de los años fugaces.

Niñez, niñez eterna que vives por el aire:
llora y exige —si sufres sola este futuro—
realizar tu inocente deseo de crecer amando.
Que hay quien sigue creyendo todavía
en la sencilla libertad de anhelo
que siempre has demostrado para consolarnos.