23 sept 2009

Lo terrible

Todo lo que alguna vez ha sido
—el viento contra ciertos árboles de lluvia,
las ventanas ante el mar, el mar...
el tiempo que no reconocimos en la duda—.
Todo lo que el recuerdo sabe suyo todavía,
hoy se asemeja a esa vieja intención
que deduzco siempre oculta en el poema,
y que tal vez consista en idealizar
todo aquello que entre los días ya he perdido,
todo lo que no quiero olvidar
en este día tan común
de un septiembre cualquiera.

(¿Y qué distancia queda por salvar
entre el verdadero mar que sabes
y la perfección más consciente
de ese otro mar que ya no existe?)

Dadme un tiempo nunca usado,
que todos los relojes se detengan
ante un futuro que ya es siempre
la íntima promesa de otro mundo.

Dadme el tiempo que he ganado
luchando con las horas más fugaces
por tratar de retener la vida y la esperanza.

Que todo lo que alguna vez ha sido para mí,
acaso guarde en su silencio
la extraña perfección de lo terrible.