20 jul 2009

teatro

Si mañana pernoctas tú,
ángel, impostor o temible demonio,
en el furioso hogar de la locura,
sabe que no podrás cumplir el sueño
de conocer tal lugar y no actuar
como otro habitante más
que haya pasado allí toda su vida.

En el furioso hogar de la locura
como un loco más has de portarte.
Has de lucir tus violentos estigmas.
Has de reír cuando te lo manden
los pájaros insomnes de tu última rabia.

Si mañana conoces al fin
el furioso hogar de la locura,
se uno más, olvida, canta…
Y, luego, arde.

Pues, si enloquecer es otro modo febril
de hallar tu fatídico lugar entre los vivos,
entre los locos podrás soñarte un nombre:
razón primera para ser tú mismo
en este viejo teatro de impostores.