11 jun 2009

siempre incomprensible

Toda esa belleza ilícita
de los signos que una vida
incomprensible
deja escritos sobre la razón.
Hoy creo en el fuego funerario,
en la muerte insomne
de olas infinitas
que rompen contra los templos.
Creo en esos signos casuales
porque dibujan un mapa sin sentido.
Toda esa belleza ilícita…
Y he visto brumas invisibles.
He corroborado la existencia
de un amor sin torpes condiciones.

Hoy sé que la realidad
no tiene señores ni testigos.
Que toda esa belleza ilícita
va más allá de nosotros mismos,
siempre incomprensible.
A la deriva, siempre.