25 jun 2009

periplo nocturno

No hay precisos caminos sobre el aire,
ni preguntas que contengan nada
tan necesario
como un alma poco sigilosa.

Así, cuando nos hayamos deshecho,
tú y yo,
de los falsos principios
que rigen esta educada soledad,
seducidos sin saberlo
por las formas eternas de la noche,
descenderemos al mar embravecido
para que cure estas inciertas ansias
de tornar toda tiniebla
en infinita claridad.

Y como no hay precisos caminos
que sostengan esta luz brillante sobre el aire,
hablaremos, amor, tan a sabiendas,
aunque todas las palabras sean ya superfluas,
y sean todos nuestros males la misma soledad.