8 jun 2009

la luz en el agua

La luz era una herida en el agua.
Y tu amor, una pregunta
pensada para todos en voz alta.
No eras noche ni preludio,
ni siquiera instante en la mañana.
Tampoco el poema,
con su nueva presencia,
se parecía contigo
como se parecen las calles
en que el viento nos aguarda.

Y la luz era una herida
sobre el agua inquieta,
la metáfora cifrada
de un juego sin palabras.

Pero tu amor ¿qué era?
¿Hacia qué balcón de niebla
volvías desde la nada?
Más alta todavía que la lluvia,
que el candor o la palabra,
volvías desde el olvido,
perdida tras las formas vacías
de ese tiempo que se escapa.