11 jun 2009

la ficción del verso

He seguido un rastro como de niebla.
Como de sombras tibias sin respuesta.
He seguido un rastro tenue
abierto entre lluvias y reyertas.
Alguien ha dejado sus huellas
resonando con frialdad en mi senda.
Alguien… Quién, si la soledad ya pesa.
Pero hay ángeles, y dicen que hay bestias
y ladrones y asesinos solemnes
que casi nunca sueñan.

La suma de tantos signos borrosos,
los presagios, la casualidad incierta,
las noches en vela —a la espera—,
la armonía de ciertos versos simétricos,
la mirada abismal, la impaciencia.

He seguido un rastro como de niebla.

Creo que persigo en soledad
a quien a solas ya me espera.
Aun así, ojalá pudiera
no haber seguido nunca sus huellas.

Temo que ese alguien sea
mi yo verdadero,
y que en verdad yo sea
la fatal impostura
de una falsa existencia.