23 mar 2009

vivir un imposible

Así es: mientras soñamos,
resulta más real el vivo sueño
que todo lo vivido a la intemperie.
Mas, al soñar contigo,
en mis manos amanece,
trazado en el límite del despertar,
el confuso signo del deseo,
que niega con su vital inercia
la existencia de una sola realidad.
Soñar contigo equivale a recordar
que tras el sueño no termina todavía
la vida que despierta de sí misma.
Han de morir los meses
para que hallemos en la sombra
la realidad última del deseo,
esa azarosa luz que determina
el oscuro fin de nuestros sueños
y el principio de una idéntica verdad.