19 mar 2009

soy la destrucción del mundo

Concreté con mi futuro
las armas puras de mi íntima derrota.
¿Y dónde estabas tú entonces?
Anunciando un verdadero paraíso,
curvando el mundo con los dedos
para obtener un último principio.

(Nunca sabrás en qué consiste
escribir un libro que sea tu silencio,
un tratado sobre la autodestrucción
que requiera en su sintaxis
de violenta honestidad suicida.)

Tus manos han recorrido mi espalda
con ciega convicción irrefrenable.
He dormido junto al cuerpo que entregabas
en un febril intento por despertar del mundo.
Y he acariciado tu pelo,
besado tu sonrisa, llorado contigo
y maldecido, contigo, el último paraíso
que habría de encontrar algún desconocido.

Yo soy la destrucción del mundo
que mides con tus ojos desde la misericordia.
Soy el diáfano mundo que has creado
para no llorar por esta vida inevitable.