15 feb 2009

todos los caminos de regreso

Desnuda la invisible luz:
el sueño que empezamos hoy
ya rompe el mundo en nuestros ojos.
Del día sólo quiero la raíz
que muerdes como un verso interminable,
escrito, necesariamente escrito,
en lo más hondo de la carne.

Porque el vital estímulo de tu voz,
la lluvia que guardas en las fuentes,
el juego inevitable de tus manos:
me invitan a explicarte los silencios
que descifro reinventando las palabras.
(El mundo que contengo para ti
es un pequeño retal
de aire imprescindible,
tan imprescindible y vacuo
como el fuego del poema.)

Desnuda la invisible luz,
hay miles de pájaros dentro...

El buen sueño que empezamos hoy
adelanta una razón a este deseo.
Y ya rompe en nuestros ojos
un tiempo eterno para contemplar
cada esperanza perdida, destinada
a la cerrazón del olvido.

Eres este primer mediodía que avanza
cuando en las calles moribundas
resuenan todos los caminos de regreso.