8 feb 2009

hacia el mar

Se le hizo extraño hablar de amor
ante aquel mar enigmático.
Quizá fueron la tarde y el olvido.
El corazón, cansado de girar,
se adentro, esta vez como un niño,
entre los ecos grisáceos del agua.
Se le hizo extraño oír su silencio tan cerca,
sentir en sí mismo esa débil constancia,
pues extraño es dar a conocer un misterio
que también es misterio para nosotros mismos.
Ante aquel mar enigmático
se detuvieron por un rato sus sueños.
Fue entonces, en aquella pausa solemne,
cuando él dijo algo, desnudo. Algo…
No sé bien qué frase imposible,
qué anhelo secreto,
qué verbo incesante de olas rompientes,
de barcos azules e infinitos espejos.