18 ene 2009

Por qué la alegría

Y cada paso último que doy,
cada pensamiento tuyo del que alejo
la huella de mis días, el cielo o la palabra,
me acercan sin quererlo a otro vacío
más vacío todavía que la muerte,
más perfecto que el silencio
que habita el corazón desnudo
de cualquier poema implacable.

Cada tristeza que aparto
me acerca más y más al mundo,
más al olvido, llano y simple,
de mí mismo y de mi historia;
más al pasado repetido en la inconsciencia,
a lo más alto del presente o del vacío.

Porque sin tristeza, amor,
no habrá lugar para nada más,
ni siquiera para la alegría
que nace por oponerme contigo
a lo aprendido del error o de la vida.