13 ene 2009

poema desnudo

¿Por qué precisamente aquel poema
dejó sentir su voz sobre mi sangre,
su silencioso sonido
sobre mi ruido elemental;
sobre mi estancia cerrada,
su vida ya vivida, su esperanza?
¿Por qué tal día y tal hora,
en la fecha señalada, la tinta refulgía
como el viejo sueño de esas sombras
que renacen de luz cuando se aman?

Tal vez un sueño me llamaba.
Tal vez yo creí ser más que un sueño,
ser poema y ser aire y también música
para desnudar lo que el silencio dice
cuando un corazón calla.

Tal vez.

Pero en verdad no soy quien
para merecer esa verdad intranquila,
para comprender el alto amor
que nace del dolor de otro.

Pues si el poeta escribe, sangra.

Y así, hay poemas en los que creer,
poemas para reconocer la propia vida
en la muerte escrita por el otro,
por el poeta, el amigo, por nosotros.

Por el extraño que somos todavía...