20 ene 2009

regreso de un extraño

Diréis que en mis silencios
se adivina pensando un rencor amargo,
una muerte paulatina y otra vida,
diréis que no era yo el que sufría,
que no estuve años esperando.
Diréis por todos: si habrá cambiado…
Ya no quiere la suerte de encontrarnos.
Quizás algo extraño le atormente,
quizá no sepa ya cómo llamarnos.


Diréis que he envejecido
después de tanto repetir la noche,
que la muerte me seduce con sus sombras,
que mis manos son de otro
y de otra primavera son las flores
que corté para que vierais mi pasado.

Pero yo sé que hay hombres
que no soportan tanta vida entre sus brazos,
y que por ello miden el regreso de los otros
por el negro baremo de sus propios engaños.

Yo sé que hay gente que ha olvidado,
que acusa con rencor a los que cambian
por las faltas que esta vida extraña
pone por igual a nuestro cargo.