30 ene 2009

como quien pide un deseo

Pídele sentido a este amor,
y también claridad, y brío.
Que de pie sobre tus puntas
alcances ya tu altura y tu deseo,
y también el cielo invernal,
y un vasto mediodía.
Pero pídele sentido, pídele
un lugar desde el que hoy
puedas contemplar las horas
y la fuerza impredecible de la vida,
y la marea que va y viene,
que perdura en su manera
de morir y renacer sobre la orilla.
Nuestro amor ha de ser siempre
más poderoso que el sueño,
más alto que el tedio y que la duda.
Nuestro amor ha de ser esto,
pero siempre ha de ser más,
más nuestro de lo que ya era.

Pídele sentido, como a un poema.
Que la palabra engendre un mundo
donde la vida es un vacío absurdo,
para que el amor no sea sólo un consuelo.