25 dic 2008

plegaria

Señor, somos tu furia, somos ángeles
que en vano han pretendido
merecer sin más esta locura.
Sabrás que ya sólo buscábamos
ser también favoritos de tu luz,
abrirnos paso cada día entre tus sombras
y llorar hasta perder el paraíso
que guardas de nosotros en tu fuego.
Señor, somos mortales,
vivimos de la carne y el delirio
y a veces tememos ser iguales a ti.
Pero somos ángeles, Señor,
ángeles furiosos que te escuchan,
que te aman, quizá, porque no existes.
Y quizá porque nosotros
tampoco hayamos existido nunca,
te amaremos todavía, aunque el cielo
esté tan frío como ciega está tu noche.