7 dic 2008

En algún lugar posible, en esta tierra,
un león, una hermosa y cruel bestia,
husmea el rastro que he dejado en la noche,
el camino que el miedo ha trazado hacia él.

En algún lugar sagrado,
el león me espera y me nombra.

Aun así, hoy, día de sentido cansancio,
me refugiaré en la ternura, en las hojas,
en un tiempo de lluvias distantes,
en la sombra rojiza que cae del fruto,
bajo las formas tranquilas de un viento de estío.

Me refugiaré en algún lugar sagrado,
donde el león aún no pueda tocarme:
en el recuerdo, en la ternura indeleble
que hoy queda de ti
en cada mudo silencio.