21 nov 2008

La distancia es un río,
el largo cauce de la nostalgia,
es destino de vidas como espejos
que ya sólo reflejan
la dudosa certidumbre de la espera.
Pues río inexorable es la ausencia
que en soledad corre por la vida,
la vida que hace de nosotros
un centro dividido por la nada.

Y ese río es parte de lo que sentimos,
porque amar
trae a veces consigo
un erial de sombras y palabras,
un erial donde la distancia
fluye cada día,
y es camino
lentamente transitado.

La distancia es la prueba, la vida, el río.
Y el mal más humano
es la humana soledad
que la distancia nos ha procurado.