28 jun 2008

Quizá te deba el río
por el que ahora transcurro
desnudo de pudores.
Quizá te deba el río,
la sombra inasible del sueño
que fluirá por sí mismo
mientras tú escribas mi silencio
en las huellas de tu nombre.

Quizá te deba esto que escribo,
aunque sólo sea otra forma
de querer ahuyentar a la muerte,
de vaticinar el final o la vida.
Quizá te deba los ríos
que no fueron a dar
a esa noche infinita.