17 mar 2008

Hay un mensaje, una respuesta
oculta en la huella de nuestras sombras,
un atardecer siniestro
maldice esta función triste
de juegos sin reglas,
de débiles y fuertes,
de promesas
que no pueden ser escritas
en la redondez blanca de tus ojos.
Miraremos al olvido un día de estos,
y olvidaremos como niños la palabra
que escuchamos de boca del silencio.

El mensaje que supongo son tus besos
abriendo mi memoria,
recalcando la imagen de tu abrazo,
las trémulas heridas que la noche
deposita en nosotros cuando amamos.

Y aunque a ratos somos furia,
sangre o canto, olvidaremos, sí, a ratos,
aunque el asombro del dolor sea testigo
de esa rabia que llevamos en las manos.

Hay un mensaje oculto en tus silencios.
Un mensaje que mis palabras van contando.