13 feb 2008

Tú nunca duermes.
Aun cuando duermes
queda un resto de ti,
un resto inconcluso,
como la fecha olvidada
que sucede al destino
cuando piensas en mí.
Si durmieras del todo,
si a la noche pudieras cerrar
tu triste mirada de espejo,
y corregir, en tu sueño,
el sueño que ha de venir,
despertarías del todo
cuando la luz te apuntase
el camino hacia el fin.

Tu sueño tiene algo del día
que llega cuando crees dormir.
Porque un corazón, así, dormido,
siempre sueña lo que no entiende:
la palabra y el beso,
y el camino que conduce a la noche
cuando la noche es un vago existir.

Tú no puedes dormir del todo,
porque el sueño es la muerte
del que no quiere vivir.
Sé que duermes para saber
que el amor que te sueñas
vence a diario a la muerte,
y a diario despiertas
y la vida que encuentras
tiene algo distinto,
un matiz que ya entiendes
y que te hizo sufrir:
mas sabes que no es más fácil
dormir lo que sientes.