25 sept 2007

Sí me basta el ser quien soy,
cuando la fortaleza de los pájaros
se desdibuja hacia la noche
en un horizonte irreversible.
Entonces tú,
febril como la ventisca en Enero,
entras desde temprano y sin un ruido
contemplas el ajetreo de las ciudades.
Tomas, sin saberlo, el ejemplo sencillo,
que así guardáramos de las estaciones.

Somos el mismo despertar que somos,
cuando la fortaleza de los pájaros,
se desdibuja, hacia la noche,
en ese ejemplo irreversible
que ningún invierno podrá llevarse.