9 jun 2007

Aquel paisaje fue presa fácil para el devenir.
Se tiñeron sus formas de ti, que eras lejanía,
tornando semejanza sus matices más secretos.
Como si éste no hubiera estado amenazado,
asistí a la descomposición del paisaje interno
bajo nieves imprecisas venidas de lo impuro.
Pero la realidad dispone de paisajes
que afloran del olvido, paisajes para ambos,
de cruda nieve, de silencio, compartidos.
Paisajes como éste,
ofrecido desde la miseria,
que desde su reverso informe
define la verdad de una creencia.