28 mar 2007

EL CULPABLE



Aquel hombre culpó al sol naciente cuando llegó el verano. Al gobierno culpó, demonio viejo y fascista que le privó de todo, sin que él supiera qué decir mientras se iban. Culpó al amor, a las máquinas, al espasmo y a la orgía. Solemnes, los cuervos sonreían… porque culpó a la lluvia un día tan azul como la vida. Culpó al cielo de su culpa. Culpó al niño por ser niño. Culpó la sangre ajena al no ser suya, a los muertos de todas sus mentiras.

Si aquel hombre no hubiera despertado nunca, nunca habría encontrado en el espejo el verdadero fuego de la culpa.