1 feb 2007

No comienza ni termina, recóndita
labor inconsecuente de la pérdida,
presunta convicción de lo imposible,
entrega sin principio, amor que rueda.
Si es de azar, insiste, así se integra
en un todo que nunca se descifra,
al igual que el corazón, se pierde,
incompleto, hacia su propia materia,
inapelable ciencia que redime al caos.
¿Existe? El amor es sueño que desvela,
origen que revierte hacia su fuerza
exponiendo su inocencia igual cicatrizada.
El amor se piensa un estertor, una balada,
un otoño que abarca miles de horizontes.
El amor se piensa pero nunca se distingue
de entre todo el pensamiento que lo observa.

Y sin embargo existe.
Existe por un fin que nunca llega,
por un principio retrasado siempre.
Existe porque es causa que supera
el tiempo inconsecuente de sus actos.
Amor es todo y nadie,
amor que llena esta presencia.