12 sept 2006

Tus ojos; llenos de materia insondable
cuando al abarcar la noche, te expandes.
Tus ojos me recuerdan el hálito de las fuentes,
en su brillo me demoro y pienso…
encuentro más sencillos los viejos placeres
cuando veo tus ojos ver como un espejo.

Sé que al conversar con la persona amada
se sirven de luciérnagas para eclipsar la muerte.
Sé que han visto reinos más allá de la tristeza,
verdades más allá de tus actos,
manantiales de fuego, preludios de nada,
grandes aguaceros grises que trajeron el cansancio.

Ojos llenos de experiencias,
mas ojos que no se volverán de nuevo
para expresar cantares desolados.
O para desnudar mi atenta mirada
cuando miro y algo extraño
conduce mi mirada.

Tus ojos veo ciegos.
Ciegos de tanta belleza
que no puede mirar
y ser vista al mismo tiempo.

Ciegos por un momento
en que no sé callarme que estás lejos.

Quiero ver tus ojos ver como un espejo,
pero para eso debo olvidar…
olvidar que siempre fueron bellos.
Pensar acaso que su brillo me está viendo
para saber que hay algo más que no comprendo:
un túnel infinito hacia el silencio,
un mundo que revela un cielo nuevo.

Una lágrima que dice cuándo lloverá
sobre las trémulas huellas del infierno.